Las Espigadoras - Jean-François Millet |
Benditas las Manos que Trabajan
Benditas sean las manos que se hunden en la tierra
para sembrar, por nosotros, el pan de cada día!
Benditas las espaldas que se doblan y se quiebran
recogiendo la cosecha, aunque estén cansadas!
Benditas las rodillas que se hincan laceradas!
Benditas manos sucias
que reciben casi nada;
monedas
indignas de un esfuerzo silente!
Yo...me inclino ante esas manos,
para que me toquen la frente!
ValeriaElder