La misión de ser madre

Preciosa imagen del rostro de un bebé
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Ser madre es la única tarea que se me torna dolorosa
 porque amo demasiado, porque daría mi vida por mi hijo,
 porque doy lo que no tengo con cada desvelo,
 con cada preocupación, con cada tropiezo.
Ser el ángel que acompaña sus pasos aquí en la tierra,
mientras él ve a un verdugo, destroza mi alma en pedazos.
Construir un templo para adorarlo, y después tener que derribarlo
a fin de revelarle la dureza de la vida, es un flagelo.
Apuntalar el esfuerzo, el trabajo, el tesón 
refrendándolo con actos y no con palabras,
es la tarea más dura que me ha encomendado la vida,
porque quiero coronarlo y sentarlo en su trono
y sin embargo debo hacer que descienda
para enseñarle a limpiar el camino con su llanto.
Mientras mi alma llora al verlo doblegado, 
desespera en su pesar ante su mirada de reproche hacia mí, 
quien más lo ama en esta tierra.
 







 

La misión de ser madre